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Entradas

Beata Elena Guerra, apóstol del Espíritu Santo

* Benignísimo Jesús, mandadnos vuestro Espíritu con su Luz, para que seáis mejor conocido. Mandádnoslo con su Fuego , para que seáis más amado. Mandádnoslo con sus Dones para que seáis verdaderamente imitado. Amén.

El Sí de María

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38) Estas palabras señalan el comienzo de la divina aventura de María . El ángel le acababa de desvelar el proyecto de Dios sobre ella: ser la madre del Mesías. Antes de dar su consentimiento, quiso asegurarse de que ésa fuese verdaderamente la voluntad de Dio s y una vez comprendido que eso era lo que Él quería, no dudó un momento y aceptó plenamente. Desde entonces, María siguió abandonándose completamente a la voluntad de Dios, incluso en los momentos más dolorosos y trágicos. Porque cumplió, no su voluntad sino la de Dios, porque se fió plenamente de lo que Dios le pedía, todas las generaciones la llaman bienaventurada (cf. Lc 1,48) y Ella se realizó plenamente hasta llegar a ser la Mujer por excelencia.

El Espíritu santo intercede por nosotros

El espítitu santo y su presencia en nosotros según san Pablo Benedicto XVI Sabemos lo que nos dice san Lucas sobre el Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles, al describir el acontecimiento de Pentecostés. El Espíritu pentecostal imprime un empuje vigoroso para asumir el compromiso de la misión para testimoniar el Evangelio por los caminos del mundo. De hecho, el libro de los Hechos de los Apóstoles narra toda una serie de misiones realizadas por los apóstoles, primero en Samaria, después en la franja de la costa de Palestina. Ahora bien, san Pablo, en sus cartas, nos habla del Espíritu también desde otro punto de vista. No se limita a ilustrar sólo la dimensión dinámica y operativa de la tercera Persona de la Santísima Trinidad, sino que analiza también su presencia en la vida del cristiano, cuya identidad queda marcada por él. Es decir, Pablo reflexiona sobre el Espíritu mostrando su influjo no solamente sobre el actuar del cristiano sino sobre su mismo ser. De hec...

El nombre de Dios

En el pensamiento Judío , el nombre no es una designación arbitraria o un grupo de sonidos. El nombre nos dice la naturaleza, la esencia, la historia de aquel que es designado con él. En Éxodo 3, 13-22 Moisés es el primero que pregunta el nombre de DIOS. No pregunta cómo lo debe llamar, sino ¿cómo te llamas? ¿Cuál es tu esencia? Y DIOS le responde: Soy el Eterno. Cuando en el judaísmo se habla de Chilul Hashem , "la profanación del nombre de DIOS", no es un daño a la forma de pronunciar el Nombre, es un daño a la reputación del Ser, por eso los judíos están llamados al Kidush Hashem  o a " Santificar el nombre " al igual que todo Cristiano.

Señor, Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo

Señor, Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Tu Espíritu empapa todos los momentos de mi vida. Gracias por tu gracia y por tu amor que derramas sobre mí. Gracias por tu constante y suave invitación a que te deje entrar en mi vida.

Todo empezó con un ángel y una muchacha

La narración de Lucas  Todo empezó con un ángel y una muchacha. El ángel se llamaba Gabriel . La muchacha María .  Y los dos estaban desconcertados. Ella porque no acababa de entender lo que estaba ocurriendo. El, porque entendía muy bien que con sus palabras estaba empujando el quicio de la historia y que allí, entre ellos, estaba ocurriendo algo que él mismo apenas se atrevía a soñar.

Y les dijo: vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva...

Salir al encuentro Manuel Rodriguez Diaz. Jesús siempre sale al encuentro (He 9, 3-6) (Mt 4, 18-20) , él nos llama hoy como llamó a sus discípulos ayer, para luego enviarlos a los caminos, los pueblos y las naciones. Dijo: Vayan... (Mc 16, 15)  no dijo pongan un cartel y siéntense a esperar. Un apostolado vivo, rico, dinámico, auténtico, lleno de Dios, tiene que estar en todas partes; en cada espacio, comunidad y rincón. Que sea una luz, un aliento, una esperanza allí mismo donde esté.

10 citas bíblicas sobre la libertad

Todo es lícito, mas no todo es conveniente. Todo es lícito, mas no todo edifica. (1 Corintios 10, 23) Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. (2 Corintios 10, 17)

El espíritu santo es fuente de unidad

P. Eduardo Sanz de Miguel, o.c.d. 1. Dios es comunidad. En el A. T., Dios se manifiesta por medio de su Palabra (Sabiduría) y de su Espíritu . Con ellos crea, se revela, actúa en la historia de la salvación, suscita Jueces, Reyes, Profetas... Jesús nos ha revelado el misterio de la Santísima Trinidad. El Padre, la Palabra y el Espíritu forman la comunidad original. Dios, desde siempre, es donación y acogida. El Espíritu Santo es el «vinculum caritatis», la posibilidad de diferenciación y de relación entre el Padre y el Hijo. «Sólo se vencerán las odiosas divisiones de este mundo contemplando la Unidad de la Trinidad» (S. Sergio).

Metanoia. Llamados a una total y verdadera transformación

Manuel Rodriguez Diaz En general, cuando hablamos de dejar todo para seguir a Jesús, cuando hablamos de cambio y de ser mejores, nos referimos a dejar atrás todo lo que consideramos malo; lo que nos daña a nosotros mismos y con lo que hacemos daños a los demás. Hablamos de cumplir los mandamientos (“No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre…”)

Domingo de Resurrección

¡Ha resucitado! A las mujeres que acudieron al sepulcro, la mañana de Pascua, el ángel les dijo: «No temáis. Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. ¡Ha resucitado!». ¿Pero verdaderamente ha resucitado Jesús ? ¿Qué garantías tenemos de que se trata de un hecho realmente acontecido, y no de una invención o de una sugestión? San Pablo , escribiendo a la distancia de no más de veinticinco años de los hechos, cita a todas las personas que le vieron después de su resurrección, la mayoría de las cuales aún vivía (1 Co 15,8). ¿De qué hecho de la antigüedad tenemos testimonios tan fuertes como de éste?

Sábado santo

Cuando intentamos sintetizar las oraciones litúrgicas del sábado santo nos impresiona, ante todo, la profunda paz que respiran. Cristo se ha ocultado, pero a través de estas tinieblas impenetrables se ha convertido también en nuestra salvación; ahora se realizan las escuetas palabras del salmista: «aunque bajase hasta los infiernos, allí estás tú». En esta liturgia ocurre que, cuanto más avanza, comienzan a lucir en ella, como en la alborada, las primeras luces de la mañana de pascua. Si el viernes santo nos ponía ante los ojos la imagen desfigurada del traspasado, la liturgia del sábado santo nos recuerda, más bien, a los crucifijos de la antigua Iglesia: la cruz rodeada de rayos luminosos, que es una señal tanto de la muerte como de la resurrección.

Viernes santo

Mirarán al que traspasaron (Juan 19,37).  Con estas palabras cierra el evangelista Juan su exposición de la pasión del Señor ; con estas palabras abre la visión de Cristo en el último libro del Nuevo Testamento, el Apocalipsis , que deberíamos llamar «revelación secreta». Entre esta doble cita de la palabra profética veterotestamentaria se halla distendida toda la historia: entre la crucifixión y la vuelta del Señor.  En estas palabras se habla, simultáneamente, del anonadamiento del que murió en el Gólgota como un ladrón, y de la fuerza del que vendrá a juzgar al mundo y a nosotros mismos.

Jueves santo

El lavatorio de los pies Joseph Ratzinger . En esta meditación quisiera interpretar un aspecto de la visión del misterio pascual que hallamos en el Evangelio de Juan. Muchos exegetas actuales se hallan de acuerdo en que el Evangelio de Juan se divide en dos partes:

Miércoles santo

 Foto: Leonardo Noguera / El Nacional . Hoy vamos a meditar la misma escena que ayer, explicada esta vez por Mateo . Lo esencial es común en ambas narraciones. Pero Mateo pone de relieve algunas significaciones diferentes de las anotadas por Juan.

Martes santo

- Jesús dijo: "Uno de vosotros me entregará" Se miraban los discípulos unos a otros, sin saber de quién hablaba. Jesús toma la iniciativa de anunciar la traición. Está solo. Nadie entiende en esto nada.