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Mostrando las entradas etiquetadas como Lucas

El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. ( Lucas 16,9-15) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero”. Al oír todas estas cosas, los fariseos , que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero él les dijo: “Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo ...

¿Y quién es mi prójimo?

“Mi prójimo es aquel que me necesita y yo puedo ayudar”. Benedicto XVI Fano Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10,25-37) Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has contestado bien; si haces eso, vivirás”.

Porque mis ojos han visto a tu Salvador (Cántico de Simeón)

La presentación en el templo por Giovanni Bellini . Cántico de Simeón) (Nunc dimíttis) (Lucas 2, 29-32) Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Nunc dimíttis servum tuum, Dómine, secúndum verbum tuum in pace. Quia vidérunt óculi mei salutáre tuum, quod parásti ante fáciem ómnium populórum, lumen ad revelatiónem géntium et glóriam pleis tuæ Israel. Lord, now lettest thou thy servant depart in peace, according to thy word: For mine eyes have seen thy salvation, Which thou hast prepared before the face of all people; A light to lighten the Gentiles, and the glory of thy people Israel. ...

Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca!

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17,1-6 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es inevitable que sucedan escándalos ; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado . Si tu hermano te ofende, repréndelo ; si se arrepiente, perdónalo ; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás.» Los apóstoles le pidieron al Señor: « Auméntanos la fe . » El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza , diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería.»                                                   ...

Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer (Lucas 24,13-35)

Lectura del santo evangelio según san Lucas Gloria a ti, Señor El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: “¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?” Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: “¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?” Él lespreguntó: “¿Qué cosa?” Ellos le respondieron: “Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres día...

Estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado (Lucas 15,1-3.11-32)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabaja...

Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí (Lucas 23,35-43)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas Gloria a ti, Señor Cuando Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacían muecas, diciendo: “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el elegido”. También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le decían: “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: “Este es el rey de los judíos”. Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole: “Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro le reclamaba, indignado: “¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho”. Y le decía a Jesús: “Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí”. Jesús le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Palabra del Señ...

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19,1-10)

Dibujo: Fano Lectura del santo Evangelio según san Lucas Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo,bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa” . El bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”. Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que s...

¿Para quién serán todos tus bienes? (Lucas 12,13-21)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?” Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”. Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico tuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato!Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amo...

Señor, enséñanos a orar (Lucas 11,1-4)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Gloria a ti, Señor Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”. Entonces Jesús les dijo: “Cuando oren, digan; Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.                                                                              ...

Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse (Lucas 8,16-18)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas - Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener”.  Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.                                                                     ...

Lleva la barca mar adentro (Lucas 5,1-11)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “ Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar ”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra echaré las redes”. Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonceshicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate ...

Pidan y se les dará (Lucas 11, 5-13)

Supongamos que uno tiene un amigo que acude a él a media noche y le pide: Amigo, préstame tres panes,  que ha llegado de viaje un amigo mío y no tengo qué ofrecerle. El otro desde dentro le responde: No me vengas con molestias; estamos acostados yo y mis niños; no puedo levantarme a dártelo. Les digo que, si no se levanta a dárselo por amistad, se levantará a darle cuanto necesita para que deje de molestarlo. Y yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá, porque quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abre. ¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? O, si le pide pescado, ¿le dará en vez de pescado una culebra?  O, si pide un huevo, ¿le dará un escorpión? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!                ...

La lámpara (Lucas 11, 33-36)

 No se enciende una lámpara para tenerla escondida [o bajo un cajón], sino que se pone en el candelero para que los que entran vean la luz. La lámpara del cuerpo es el ojo: si tu ojo está sano, también todo tu cuepo está lleno de luz; pero si está enfermo, también tu cuerpo está lleno de oscuridad. Procura que la luz que hay en ti no se oscurezca.  Si todo tu cuerpo está lleno de luz, sin nada de sombra, tendrá tanta luz como cuando una lámpara te ilumina con su resplandor

Entrada del Señor en Jerusalén ( Lc 19,28-40 )

Lectura del santo Evangelio según san Lucas Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino de Jerusalén, y al acercarse a Betfagé y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: “Vayan al caserío que está frente a ustedes. Al entrar, encontrarán atado un burrito que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta por qué lo desatan, díganle: ‘El Señor lo necesita’”. Fueron y encontraron todo como el Señor les había dicho. Mientras desataban el burro, los dueños les preguntaron: “¿Por qué lo desamarran?” Ellos contestaron: “El Señor lo necesita”. Se llevaron, pues, el burro, le echaron encima los mantos e hicieron que Jesús montara en él. Conforme iba avanzando, la gente tapizaba el camino con sus mantos, y cuando ya estaba cerca la bajada del monte de los Olivos, la multitud de discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos po...

Este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado (Lucas 15,1-3.11-32)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes.  No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera. Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos traba...

Si comprendieras lo que puede conducirte a la paz (Lucas 19,41-44)

L ectura del santo Evangelio según san Lucas                                                                                                                         Gloria a ti, Señor                                    ...

La cosecha es mucha y los trabajadores pocos (Lucas 10,1-9)

  Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Gloria a ti, Señor) En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: “La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’” Palabr...

Enséñanos a orar (Lucas 11,1-4)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”. Entonces Jesús les dijo: “Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación”

una sola cosa es necesaria (Lucas 10, 38-42)

10,38:  Yendo de camino, entró Jesús en un pueblo. Una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. 10,39:  Tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras; 10,40:  Marta ocupada en los quehaceres de la casa dijo a Jesús:    —Maestro, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en los quehaceres? Dile que me ayude.   10,41:  El Señor le respondió:    —Marta, Marta, te preocupas y te inquietas por muchas cosas, 10,42:  cuando una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y no se la quitarán