Todo es lícito, mas no todo es conveniente. Todo es lícito, mas no todo edifica. (1 Corintios 10, 23)
Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. (2 Corintios 10, 17)
Para ser libres nos libertó Cristo. Manténganse, pues, firmes y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. (Gálatas 5, 1)
Actúen como hombres libres, y no como quienes hacen de la libertad un pretexto para la maldad, sino como siervos de Dios. (1 Pedro 2, 16)
Pues no recibimos un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibimos un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! (Romanos 8, 15)
Si se mantienen en mi Palabra, serán verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad los hará libres." (Juan 8, 31-32)
Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que le vence. (2 Pedro 2, 19)
Hablen y actúen tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la Ley de la libertad. (Santiago 2, 12)
Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre (Gálatas 4, 26)
Yo caminaré con libertad y sosiego; porque busqué tus mandamientos (Salmo 118, 45)
Yo caminaré con libertad y sosiego; porque busqué tus mandamientos (Salmo 118, 45)