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Mostrando las entradas etiquetadas como San Juan Pablo II

Oración de Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

Oh Virgen Inmaculada del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por send...

María, la llena de gracia (Solemnidad de la Anunciación)

Catequesis de Juan Pablo II 1. En el relato de la Anunciación , la primera palabra del saludo del ángel -Alégrate- constituye una invitación a la alegría que remite a los oráculos del Antiguo Testamento dirigidos a la hija de Sión. Lo hemos puesto de relieve en la catequesis anterior, explicando también los motivos en los que se funda esa invitación: la presencia de Dios en medio de su pueblo, la venida del rey mesiánico y la fecundidad materna. Estos motivos encuentran en María su pleno cumplimiento. El ángel Gabriel , dirigiéndose a la Virgen de Nazaret, después del saludo «alégrate», la llama «llena de gracia». Esas palabras del texto griego: «alégrate» y «llena de gracia», tienen entre sí una profunda conexión: María es invitada a alegrarse sobre todo porque Dios la ama y la ha colmado de gracia con vistas a la maternidad divina. La fe de la Iglesia y la experiencia de los santos enseñan que la gracia es la fuente de alegría y que la verdadera alegría viene de Dios. En M...

Virgen y Madre nuestra de Coromoto

Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano . En tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos. Implora sobre los Obispos y Presbíteros los dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales, sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y necesitados.  Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en sus trabajos y necesidades. Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos, comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean auténticos apóstoles en el Tercer Milenio. Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna. Ay...

La Virgen de Guadalupe

Oración de S. S. Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe ¡Oh Virgen Inmaculada Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de la...

Tú eres mi hijo: yo te he engendrado hoy

Dios padre 1. 'Tú eres mi hijo: / yo te he engendrado hoy' (Sal 2, 7). En el intento de hacer comprender la plena verdad de la paternidad de Dios , que ha sido revelada en Jesucristo, el autor de la Carta a los Hebreos se remite al testimonio del Antiguo Testamento (Cfr. Heb 1, 4-14), citando, entre otras cosas, la expresión que acabamos de leer tomada del Salmo 2, así como una frase parecida del libro de Samuel: 'Yo ser para él un padre / y él será para mí un hijo' (2 Sm 7, 14): Son palabras proféticas: Dios habla a David de su descendiente. Pero, mientras en el contexto del Antiguo Testamento estas palabras parecían referirse sólo a la filiación adoptiva, por analogía con la paternidad y filiación humana, en el Nuevo Testamento se descubre su significado auténtico y definitivo: hablan del Hijo que es de la misma naturaleza que el Padre, del Hijo verdaderamente engendrado por el Padre. Y por eso hablan también de la paternidad real de Dios, de una paternidad a la ...

La hija de Sión

Por SS Juan Pablo II. 1. La Biblia usa con frecuencia la expresión hija de Sión para referirse a los habitantes de la ciudad de Jerusalén, cuya parte histórica y religiosamente más significativa es el monte Sión (cf. Mi 4, 10­13; So 3, 14­18; Za 2, 14; 9, 9­10). Esta personalización en femenino hace más fácil la interpretación esponsal de las relaciones de amor entre Dios e Israel, señalado a menudo con los términos novia o esposa. La historia de la salvación es la historia del amor de Dios , pero en ocasiones también de la infidelidad del ser humano. La palabra del Señor reprocha a menudo a la esposa­pueblo el hecho de haber violado la alianza nupcial establecida con Dios: «Como engaña una mujer a su compañero, así me ha engañado la casa de Israel» (Jr 3, 20) e invita a los hijos de Israel a acusar a su madre: «¡Acusad a vuestra madre, acusadla, porque ella ya no es mi mujer, y yo no soy su marido!» (Os 2, 4). ¿En qué consiste el pecado de infidelidad con el que se mancha Israel,...

Carta a los Artistas

Por San Juan Pablo II .   A los Artistas,  a  los que con apasionada entrega  buscan nuevas « epifanías » de la belleza  para ofrecerlas al mundo  a través de la creación artística. « Dios vio cuanto había hecho, y todo estaba muy bien » (Gn 1, 31). El artista, imagen de Dios Creador 1. Nadie mejor que vosotros, artistas, geniales constructores de belleza, puede intuir algo del pathos con el que Dios, en el alba de la creación, contempló la obra de sus manos. Un eco de aquel sentimiento se ha reflejado infinitas veces en la mirada con que vosotros, al igual que los artistas de todos los tiempos, atraídos por el asombro del ancestral poder de los sonidos y de las palabras, de los colores y de las formas, habéis admirado la obra de vuestra inspiración, descubriendo en ella como la resonancia de aquel misterio de la creación a la que Dios, único creador de todas las cosas, ha querido en cierto modo asociaros. Por esto me ha par...

Eucaristía. Sacramento de piedad, signo de unidad y vínculo de caridad

Catequesis de Juan Pablo II 1. "¡Sacramento de piedad, signo de unidad y vínculo de caridad!". Esta exclamación de san Agustín en su comentario al evangelio de san Juan (Juan 26, 13) de alguna manera recoge y sintetiza las palabras que san Pablo dirigió a los Corintios y que acabamos de escuchar: "Porque el pan es uno, somos un solo cuerpo, aun siendo muchos, pues todos participamos de ese único pan" (1 Co 10, 17). La Eucaristía es el sacramento y la fuente de la unidad eclesial. Es lo que ha afirmado desde el inicio la tradición cristiana, basándose precisamente en el signo del pan y del vino. Así, la Didaché , una obra escrita en los albores del cristianismo, afirma: "Como este fragmento estaba disperso por los montes y, reunido, se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino" (9, 4). 2. San Cipriano, obispo de Cartago, en el siglo III haciéndose eco de estas palabras, dice: "Los mismos sacrificios del ...

Juan Pablo II - Los 7 dones del Espìritu Santo

Queridísimos hermanos y hermanas: 1. Con la perspectiva de la solemnidad de Pentecostés, hacia la que conduce el período pascual, queremos reflexionar juntos sobre los siete dones del Espíritu Santo que la Tradición de la Iglesia ha propuesto constantemente basándose en el famoso texto de Isaías, referido al "Espíritu del Señor" (cf. Is 11, 1-2). El primero y mayor de tales dones es la sabiduría, la cual es luz que se recibe de lo alto: es una participación especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que es propio de Dios. En efecto, leemos en la Sagrada Escritura: "Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza" ( Sb 7, 7-8) .   Esta sabiduría superior es la raíz de un conocimiento nuevo, un conocimiento impregnado por la caridad, gracias al cual el alma adquiere familiaridad, por así decirlo, con las cosas divinas y prueba gusto en ella...

Juan Pablo II canta Pescador de hombres

Juan Pablo II en su viaje a El Salvado r, en 1983, canta Pescador de hombres; canción compuesta en 1979 por el sacerdote y compositor español Cesáreo Gabaráin , cuya letra está basada en un pasaje del evangelio de Lucas (La pesca milagrosa. Lucas 5,1-11)

Adviento: Por qué viene el Señor (Juan Pablo II)

La liturgia del Adviento   La Iglesia ahora está viviendo el Adviento , y por ello nuestros encuentros del miércoles se centran en este período litúrgico. Adviento significa «venida». Para penetrar en la realidad del Adviento, hasta ahora hemos procurado mirar en dirección de quién es el que viene y para quién viene. Hemos hablado, por lo tanto, de un Dios que al crear el mundo se revela a Sí mismo: un Dios Creador. Y el miércoles pasado hablamos del hombre. Hoy seguiremos adelante para hallar respuesta más completa a la pregunta: ¿por qué el «Adviento»?, ¿por qué viene Dios?, ¿por qué quiere venir hasta el hombre? La liturgia del Adviento se funda principalmente en textos de los profetas del Antiguo Testamento. En ella habla casi todos los días el profeta Isaías. En la historia del Pueblo de Dios de la Antigua Alianza, él era un «intérprete» particular de la promesa que este pueblo había recibido de Dios hacía tiempo en la persona del fundador de su es...

No Tengas Miedo de Mirar a Cristo - San Juan Pablo II -

No tengáis miedo de mirarlo a El! Mirad al Señor: ¿Qué veis? ¿Es sólo un hombre sabio? ¡No! ¡Es más que eso! ¿Es un Profeta? ¡Sí! ¡Pero es más aún! ¿Es un reformador social? ¡Mucho más que un reformador, mucho más! Mirad al Señor con ojos atentos y descubriréis en El el rostro mismo de Dios. Jesús es la Palabra que Dios tenía que decir al mundo. Es Dios mismo que ha venido a compartir nuestra existencia de cada uno. Al contacto de Jesús despunta la vida. Lejos de El sólo hay oscuridad y muerte. Vosotros tenéis sed de vida. ¡De vida eterna! ¡De vida eterna! Buscadla y halladla en quien no sólo da la vida, sino en quien es la Vida misma. „  Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los Jóvenes  -Chile 1987 -

La Eucaristía, sacrificio de alabanza

1. "Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria". Con esta proclamación de alabanza a la Trinidad se concluye en toda celebración eucarística la plegaria del Canon. En efecto, la Eucaristía es el perfecto "sacrificio de alabanza", la glorificación más elevada que sube de la tierra al cielo, "la fuente y cima de toda la vida cristiana, en la que los hijos de Dios ofrecen al Padre la víctima divina y a sí mismos con ella" (cf. Lumen gentium, 11). En el Nuevo Testamento la carta a los Hebreos nos enseña que la liturgia cristiana es ofrecida por un "sumo sacerdote santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores y encumbrado por encima de los cielos", que ha realizado de una vez para siempre un único sacrificio "ofreciéndose a sí mismo" (cf. Hb 7, 26-27). "Por medio de él -dice la carta-, ofrecemos a Dios sin cesar un sacrificio de alabanza"...

Oración de San Juan Pablo II por los jóvenes

Ntra. Señora del Buen Consejo, por Pasquale Sarullo "María, humilde sierva del Altísimo,el Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad. Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso:has sido sierva de la Palabra cuando el Angel te anunció el proyecto divino de la salvación. Has sido sierva del Hijo, dándole la vida y permaneciendo abierta al misterio. Has sido sierva de la Redención,permaneciendo valientemente al pie de la Cruz,junto al Siervo y Cordero sufriente,que se inmolaba por nuestro amor. Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés,y con tu intercesión continúas generándola en cada creyente,también en estos tiempos nuestros, difíciles y atormentados. A Ti, joven Hija de Israel, que has conocido la turbación del corazón joven ante la propuesta del Eterno, dirijan su mirada con confianza los jóvenes del tercer milenio. Hazlos capaces de aceptar la invitación de tu Hijo a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios. Hazles comprender que ...

¡Señor, que vea! (Juan Pablo II y la vocación)

Juan Pablo II

Virgen valiente, inspira en nosotros fortaleza de ánimo

Oración a la Virgen por los fieles laicos (Beato Juan Pablo II) Oh Virgen santísima Madre de Cristo y Madre de la Iglesia, con alegría y admiración nos unimos a tu Magnificat, a tu canto de amor agradecido. Contigo damos gracias a Dios, «cuya misericordia se extiende de generación en generación», por la espléndida vocación y por la multiforme misión confiada a los fieles laicos, por su nombre llamados por Dios a vivir en comunión de amor y de santidad con Él y a estar fraternalmente unidos en la gran familia de los hijos de Dios, enviados a irradiar la luz de Cristo y a comunicar el fuego del Espíritu por medio de su vida evangélica en todo el mundo. Virgen del Magnificat, llena sus corazones de reconocimiento y entusiasmo por esta vocación y por esta misión. Tú que has sido, con humildad y magnanimidad, «la esclava del Señor», danos tu misma disponibilidad para el servicio de Dios y para la salvación del mundo. Abre nuestros corazones a las inm...

Juan Pablo II - Plegaria por la Nueva Evangelización

María Santísima, Madre de nuestra América, por la predicación del Evangelio nuestros pueblos conocen que son hermanos y que Tú eres la Inmaculada y llena de gracia. Con certeza filial sabemos que en tu oído está el anuncio del ángel, en tus labios, el cántico de alabanza, en tus brazos, Dios hecho Niño, en tu corazón, la cruz del Gólgota, en tu frente, la luz y fuego del Espíritu Santo, y bajo tus pies, la serpiente derrotada. Madre nuestra Santísima, en esta hora de Nueva Evangelización, ruega por nosotros al Redentor del hombre; que Él nos rescate del pecado y de cuanto nos esclaviza; que nos una con el v...

Juan Pablo II - Oración a la Santísima Trinidad

1. Bendito seas, Padre, que en tu infinito amor nos has dado a tu Unigénito Hijo, hecho carne por obra del Espíritu Santo en el seno purismo de la Virgen María, y nacido en Belén hace ahora dos mil años. Él se ha hecho nuestro compañero de viaje y ha dado nuevo significado a la historia, que es un camino hecho juntos, en el trabajo y en el sufrimiento, en la fidelidad y en el amor, hacia aquellos cielos nuevos y hacia aquella tierra nueva, en la que Tú, vencida la muerte, serás todo en todos. ¡Alabanza y gloria a Ti, Trinidad Santísima, único y sumo Dios! 2. Haz, Padre, que por tu gracia el Año jubilar sea un tiempo de conversión profunda y de alegre retorno a Ti; concédenos que sea un tiempo de reconciliación entre los hombres y de redescubierta concordia entre las naciones; tiempo en el que las lanzas se truequen en hoces, y al fragor de las armas sucedan cantos de paz. Concédenos, Padre, vivir el Año jubilar dóciles a la voz del Espíritu, fieles en el segu...