Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración (Romanos 12,12)
Confía en él, oh pueblo, en todo tiempo; derrama ante él tu corazón, ¡Dios es nuestro refugio! (Salmo 62,8)
En verdad, en verdad les digo: lo que pidan al Padre en mi nombre se los dará. Hasta ahora nada le han pedido en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su gozo sea colmado.(Juan 16, 23-24)
Si alguno de ustedes está falto de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte. (Santiago 1, 5-6)
No se inquieten por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presenten a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. (Filipenses 1,6)
El Señor le dijo: "He escuchado la plegaria y la súplica que has dirigido delante de mí. He santificado esta Casa que me has construido para poner en ella mi Nombre para siempre; mis ojos y mi corazón estarán en ella siempre (1 Reyes 9,2)
Señor; ya de mañana oyes mi voz; de mañana te presento mi súplica, y me quedo a la espera. (Salmo 5,3)
Amen a sus enemigos y oren por aquellos que los persigan (Mateo 5,44)
Velen y oren, para que no caigan en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil. (Mateo 26,41)
En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha. (1 Juan 5,14)