¡Ven, Espíritu Santo! Envía tu Espíritu , Señor, que es agua y es fuego, que es nube y es viento. I Llueve el agua de tu Espíritu , que sea un torrente inmenso, lave al mundo de sus manchas limpie el corazón entero. Manantial inagotable, multiplica los veneros de agua viva, que se sacien todos los hombres sedientos. Bautízanos en esta agua, que renazca el hombre nuevo , que toda la tierra seca se convierta en semillero. II Espíritu, hoguera viva, prende en nosotros tu fuego, que purifique la escoria y queme todo lo viejo. Padecemos tanto el frío de interminables inviernos, sé Tú calor verdadero, sé Tú nuestro horno secreto.
"Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva." Juan 4,10