Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo,
Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en
torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban
junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando
las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que
la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la
multitud.
Cuando acabó de
hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para
pescar”. Simón replicó: “Maestro, hemos trabajado toda la noche y no
hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra echaré las redes”. Así
lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían.
Entonceshicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca,
para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos
barcas, que casi se hundían.
Al ver esto,
Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí,
Señor, porque soy un pecador!” Porque tanto él como sus compañeros
estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo
mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde
ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra, y
dejándolo todo, lo siguieron.