Novena de Pentecostés - Día 7


Novena de Pentecostés
Día 7

Oración para todos los días

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Amén.

Día séptimo
Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Juan 17,21

(Hoy pedimos por la unidad; la unidad de la Iglesia, la unidad de la familia. Porque una casa divida no puede sostenerse. Allí donde hay división no está Dios).

Oración
Espíritu Santo sopla sobre nosotros, danos sabiduría, paciencia y caridad, para desear y buscar siempre la unidad y la reconciliación, en la familia, en la calle, en la Iglesia. Llénanos de fuego para defender la verdad y capacidad para reconocer la mentira. Ven y actúa en los corazones de todos los que ti creen, para que la unidad entre nosotros nos lleve a la unidad en Cristo.
Amén

Padre Nuestro
Ave María
Gloria

Dios te bendiga


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