Novena de Pentecostés - Día 2


Novena de Pentecostés
Día 2

Oración para todos los días

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Amén.

Día segundo
Que distinta sería la vida si mis pensamientos fueran inspirados por los pensamientos de Dios, si mis palabras fueran inspiradas por las palabras de Dios.

(Dedica unos instantes para reflexionar sobre lo que piensas y lo que dices en tu vida cotidiana.)

Oración

Ven Espíritu Santo.
Cambia, transforma, sana mi pensamiento y mi palabra. Ayúdame para que cada día lo que pienso y lo que digo se parezcan más a ti.

Amén


Padre Nuestro
Ave María
Gloria

Dios te bendiga

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