Y cuando estén orando, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas. (Marcos 11, 25)
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. (Mateo 6, 12)
…si perdonan a los hombres las ofensas que cometen contra ustedes: también su Padre celestial les perdonará sus pecados. (Mateo 6, 14)
Destierren toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y todo género de malicia. Al contrario, sean benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, como Dios también los perdonó en Jesucristo. (Efesios 4, 31-32)
No devuelvan mal por mal, ni maldición por maldición; antes al contrario, bendigan, porque a esto han sido llamados, a fin de que posean la herencia de la bendición celestial. (1 Pedro 3, 9)
No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados (Lucas 6, 37)
…si alguno tiene queja contra otro: así como el Señor les ha perdonado, así lo han de hacer también ustedes (Colosenses 3, 13)
En la senda de la justicia está la vida; el camino de los rencorosos lleva a la muerte (Proverbios 12, 28)
Sea cual fuere su agravio, no guardes rencor al prójimo, y no hagas nada en un arrebato de violencia (Eclesiástico 10, 6)
Acuérdate de las postrimerías, y deja ya de odiar, recuerda la corrupción y la muerte, y sé fiel a los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no tengas rencor a tu prójimo, recuerda la alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa. (Eclesiástico 28, 6-7)
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. (Mateo 6, 12)
…si perdonan a los hombres las ofensas que cometen contra ustedes: también su Padre celestial les perdonará sus pecados. (Mateo 6, 14)
Destierren toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y todo género de malicia. Al contrario, sean benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, como Dios también los perdonó en Jesucristo. (Efesios 4, 31-32)
No devuelvan mal por mal, ni maldición por maldición; antes al contrario, bendigan, porque a esto han sido llamados, a fin de que posean la herencia de la bendición celestial. (1 Pedro 3, 9)
No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados (Lucas 6, 37)
…si alguno tiene queja contra otro: así como el Señor les ha perdonado, así lo han de hacer también ustedes (Colosenses 3, 13)
En la senda de la justicia está la vida; el camino de los rencorosos lleva a la muerte (Proverbios 12, 28)
Sea cual fuere su agravio, no guardes rencor al prójimo, y no hagas nada en un arrebato de violencia (Eclesiástico 10, 6)
Acuérdate de las postrimerías, y deja ya de odiar, recuerda la corrupción y la muerte, y sé fiel a los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no tengas rencor a tu prójimo, recuerda la alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa. (Eclesiástico 28, 6-7)