Lectura del santo Evangelio según san Juan
Gloria a ti, Señor
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el
Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le
decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus
manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de
los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”. Ocho días
después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba
con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La
paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos;
acerca tu dedo. Trae acá tu mano; métela en mi costado y no sigas
dudando, sino cree”.
Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!”
Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin
haber visto”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.