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Los cantos del siervo - 2 (Isaías 49, 1-6)


1 ¡Oídme, islas, atended, pueblos lejanos! Yahveh desde el seno
materno me llamó; desde las entrañas de mi madre recordó mi nombre.
2 Hizo mi boca como espada afilada, en la sombra de su mano me
escondió; hízome como saeta aguda, en su carcaj me guardó.
3 Me dijo: «Tú eres mi siervo (Israel), en quien me gloriaré.»
4 Pues yo decía: «Por poco me he fatigado, en vano e inútilmente mi
vigor he gastado. ¿De veras que Yahveh se ocupa de mi causa, y mi Dios de
mi trabajo?»
5 Ahora, pues, dice Yahveh, el que me plasmó desde el seno materno
para siervo suyo, para hacer que Jacob vuelva a él, y que Israel se le una.
Mas yo era glorificado a los ojos de Yahveh, mi Dios era mi fuerza.
6 «Poco es que seas mi siervo, en orden a levantar las tribus de Jacob,
y de hacer volver los preservados de Israel. Te voy a poner por luz de las
gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.»



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