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Lo que dijo padre Pío sobre la obediencia

Donde no hay obediencia, no hay virtud; no hay bondad ni amor. Y donde no hay amor, no hay Dios. Sin Dios, no podemos alcanzar el Cielo. Estas virtudes forman una escalera; si falta un paso, nos caemos. Padre Pío Compartir

No están ausentes, sino invisibles

Aquellos que nos han dejado no están ausentes, sino invisibles. Tienen sus ojos llenos de gloria, fijos en los nuestros, llenos de lágrimas. San Agustín ¿Creemos que nosotros gozaremos de la eterna bienaventuranza? Somos mortales , pero quien nos lo ha prometido es omnipotente, es Dios. Y, ¿no puede hacer un ángel del hombre el que hizo al hombre de la nada? ¿O es que Dios tiene al hombre por nada, habiendo muerto por él su Hijo único ? Cobre alientos la flaqueza humana, no desespere, no se abata, no diga: " ¡Es imposible! ".  Dios lo ha prometido . Apareció entre los hombres, vino a tomar nuestra muerte y a prometernos su vida..., pues dijo: "Padre, quiero que donde estoy yo estén también ellos conmigo". ¡Qué inmenso amor! Vino donde estamos nosotros, para que estemos con Él, donde Él está. Hombre mortal, Dios te ha prometido que vivirás eternamente. ¿No lo crees? Créelo, créelo, pues es más lo que ha hecho que lo que te ha prometido. ¿Qué h...

Beato José Gregorio Hernández

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Oración de Juan Pablo II a la Virgen de Guadalupe

Oh Virgen Inmaculada del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por send...

Nuestra Señora del Rosario

Obra de Bartolomé Esteban Murillo (1617 - 1782) Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros. Compartir

San Francisco: «juglar de Dios»

«Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas» Para Francisco la naturaleza no está corrompida. La naturaleza y la vida proceden de Dios . Están ahí para manifestarlo y servirlo. El mundo todo, por lo mismo, es un inmenso coro del que se alza un canto de alabanza jamás interrumpido. Francisco canta a las criaturas con un amor de pobre que le impide desear poseerlas. Nunca él se ha atrevido a materializar el espíritu, pero tampoco él ha osado nunca espiritualizar la naturaleza. En verdad, en su materialidad él no veía ni contemplaba sino su significado nuevo, espiritual, como en la mañana del mundo, cuando todo salió bello y puro de las manos de Dios. Francisco, por eso, predicó a los pájaros e inundado de gozo los bendijo (1 Cel 58). Acogió con premura y alegría a un pez, estando él en el lago Trasimeno, llamándolo hermano (1 Cel 61). Al contemplar el sol, la luna y las estrellas del firmamento sus ojos y su ánimo rebosaban de gozo (1 Cel 80). Se hizo amigo de ...

Novena de la confianza

Novena de la confianza Madre amable de mi vida, auxilio de los cristianos, la gracia que necesito, pongo en tus benditas manos. Dios te salve María… Tú que sabes mis pesares, pues todos te los confío, da la paz a los turbados y alivia el corazón mío. Dios te salve María…  Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres Madre de Dios y Auxilio de los Cristianos. Dios te salve María…  Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir, que alguno te haya implorado sin tu Auxilio recibir. Dios te salve María…  Por eso con fe y confianza, humilde y arrepentido, lleno de amor y esperanza, este favor yo te pido. (Se presenta la intención)  Salve Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro,...