Foto: lumoproject.com El tiempo de Adviento vemos a la Virgen como intercesora y por eso es un tiempo propiamente Mariano. Con el nacimiento de Jesús mediante su madre María, comienza el “cielo nuevo y la tierra nueva ”. Una realidad que muestra a María, la toda pura, sin mancha: ella es la Inmaculada. Toda la preparación de Dios a su pueblo alcanza su culmen en la Santísima Virgen María, la escogida para ser la Madre del Redentor. Ella fue preparada por el Señor de manera única y extraordinaria. En la celebración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María vemos a Nuestra Señora aplastando la cabeza de la serpiente y ha sido preservada del pecado original heredado de nuestros primeros padres Adán y Eva, que se nos borra con el Bautismo, aunque no las consecuencias que es la concupiscencia y que en palabras del Apóstol San Pablo podríamos decir que “hago el mal que no quiero hacer y el bien que quiero hacer tanto me cuesta”. La Virgen María fue la Ma...
"Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva." Juan 4,10