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María Auxiliadora

Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y Auxiliadora . (Teotocos y Boetéia). En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la "Auxiliadora de los...

10 citas bíblicas del libro de los Proverbios (II)

Miren de frente tus ojos, tus párpados derechos a lo que está ante ti.(Proverbios 4, 25) Tantea bien el sendero de tus pies y sean firmes todos tus caminos.(Proverbios 4, 26) Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte.(Proverbios 10, 2) El recuerdo del justo sirve de bendición; el nombre de los malos se pudre.(Proverbios 10, 7) Los labios mentirosos disimulan el odio; quien profiere una calumnia es un necio.(Proverbios 10, 18) El alma generosa será colmada, y el que sacia a otro la sed, también será saciado.(Proverbios 11, 25)

El miedo

Que no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de templanza. ( 2 Timoteo , 1, 7)  Todo el mundo tiene miedo, algún miedo. Puede estar oculto tan profundamente que pasa desapercibido la mayor parte del tiempo. No se nota, no se lleva en la cartera y no se enciende una luz para advertir que está activado. El miedo de cada quien viaja con cada cual,en secreto, a todas partes. El miedo colectivo es otro asunto, o es el mismo multiplicado y potenciado muchas veces.  Nos acobarda descubrir que no somos mejores que nadie, por eso gritamos a todos los vientos nuestra ilusoria superioridad.

El Rosario de los Emigrantes

Misterios Dolorosos. Primer Misterio: La oración de Jesús en el huerto. Texto bíblico “Salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: ‘Orad, para no caer en la tentación’. Él se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra y arrodillado, oraba diciendo: ‘Padre, si quieres, aparte de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya’” (Lc 22, 39-42). Texto de Magisterio “ La Iglesia , por su naturaleza, es solidaria con el mundo de los emigrantes, los cuales, con su variedad de lenguas, razas, culturas y costumbres, le recuerdan su condición de pueblo peregrino desde todas las partes de la tierra hacia la patria definitiva. Esta perspectiva ayuda a los cristianos a evitar toda lógica nacionalista y a huir de los esquemas ideológicos demasiado estrechos. La Iglesia les recuerda que es preciso encarnar el Evangelio en la vida, para que se convierta en su levadura y alma, entre otras cosas...

Si quieres puedes limpiarme

Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: "Si quieres, puedes limpiarme." (Marcos 1, 40) Manuel Rodriguez Diaz   Señor dame, Señor hazme, Señor concédeme; yo quiero esto, yo quiero aquello, yo, yo, yo … así es nuestro pensamiento tantas veces; nuestra lógica, nuestro comportamiento. Yo soy, yo hago, yo tengo, yo quiero, yo sé. El leproso, el paria, el último de los últimos, el pobre entre los pobres de Galilea nos sigue dando una lección. Quiere curarse, quiere estar limpio, quiere volver a ser aceptado entre suyos, quiere sentirse vivo y humano otra vez; pero él pone, en primer lugar el querer del Señor. Señor, si quieres seré limpio, si quieres estaré sano, extiendo mi mano a ti y lo que Tú quieras darme, eso será. Así como el amor que le damos a Dios viene ya dado por ese mismo Dios, el seguimiento a la persona de Jesús es la respuesta al llamado que Él mismo hace; no se trata de un acto de nuestra voluntad. Él sana, restau...

El fuego de la conversión

- Padre Nicolás Schwizer - En la vida de cada cristiano auténtico, debería haber una segunda conversión : Darse cuenta de que ser cristiano es algo más que vivir costumbres, tradiciones y hasta rutinas cristianas. La Iglesia nos invita a los cristianos a la conversión permanente, perfecta, definitiva. Es un desafío para todos nosotros. Nos estimula a revisar nuestro propio camino de conversión, nuestros progresos personales hacia la santidad. ¿Qué significa conversión para nosotros? Es un cambio serio, profundo, total, que abarca toda la persona. Cambio de mentalidad, cambio interior, de actitudes interiores que nos lleva a transformar también toda la vida exterior. La primera conversión. En la vida de cada cristiano existe una primera conversión. El día de nuestro Bautismo, todos fuimos convertidos. Dios cambió radicalmente nuestra vida, por la gracia y fuerza divina. Nos llamó a vivir como redimidos, como hijos queridos de Dios. Pero no tuvimos mucha par...

La virtud de la humildad

  Benedicto XVI . "Quiero detenerme un poco en la virtud de la humildad, porque antes del cristianismo no aparece en el catálogo de las virtudes; es una virtud nueva, la virtud del seguimiento de Cristo .  Pensemos en la Carta a los Filipenses, en el capítulo dos: Cristo, siendo de condición divina, se humilló, aceptando la condición de esclavo y haciéndose obediente hasta la cruz (cf. Flp 2, 6-8). Este es el camino de la humildad del Hijo que debemos imitar. Seguir a Cristo quiere decir entrar en este camino de la humildad. El texto griego dice tapeinophrosyne (cf. Ef 4, 2): no ensoberbecerse, tener la medida justa. Humildad. Lo contrario de la humildad es la soberbia, como la razón de todos los pecados.  La soberbia es arrogancia; por encima de todo quiere poder, apariencias, aparentar a los ojos de los demás, ser alguien o algo; no tiene la intención de agradar a Dios, sino de complacerse a sí mismo, de ser aceptado por los demás y —digamos— ven...