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Santa María, ayúdame a esforzarme

Oración del Fiat  Santa María, ayúdame a esforzarme según el máximo de mi capacidad y el máximo de mis posibilidades para así responder al Plan de Dios en todas las circunstancias concretas de mi vida. Amén.

Hasta que volvamos a encontrarnos - Bendición irlandesa

«Que los caminos se abran a tu encuentro, que el sol brille sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tus campos, que el viento sople siempre a tu espalda. Que guardes en tu corazón con gratitud el recuerdo precioso de las cosas buenas de la vida. Que todo don de Dios crezca en ti y te ayude a llevar la alegría a los corazones de cuantos amas.

Todas mi sendas te son familiares

San Agustín, Comentario sobre el salmo 138 (5-6)   De lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. ¿Qué significa de lejos? Mientras todavía estoy en camino, antes de llegar a la patria, tú penetras mis pensamientos. Atiende a aquel hijo menor, pues también él se ha convertido en cuerpo de Cristo, Iglesia procedente de la gentilidad. Y es que el hijo menor había emigrado a un país lejano. Porque había un hombre que tenía dos hijos: el mayor no había ido lejos, sino que trabajaba en el campo, y simboliza a los santos que, en tiempo de la ley, cumplían las obras y preceptos de la ley.

Ave María, grátia plena

Magnificat (Lucas 1, 46-55)

La segunda conversión

Padre Nicolás Schwizer   En la vida de cada cristiano auténtico, debería haber una segunda conversión: Darse cuenta de que ser cristiano es algo más que vivir costumbres, tradiciones y hasta rutinas cristianas.  La Iglesia nos invita a los cristianos a la conversión permanente, perfecta, definitiva. Es un desafío para todos nosotros. Nos estimula a revisar nuestro propio camino de conversión, nuestros progresos personales hacia la santidad. ¿Qué significa conversión para nosotros? Es un cambio serio, profundo, total, que abarca toda la persona. Cambio de mentalidad, cambio interior, de actitudes interiores que nos lleva a transformar también toda la vida exterior.

El ayuno que yo quiero de ti es éste (Isaías 58,1-9)

Esto dice el Señor: “Clama a voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz como trompeta. Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera un pueblo que practicara la justicia y respetara los juicios de Dios. Me piden sentencias justas y anhelan tener cerca a Dios. Me dicen todos los días: ‘¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué nos sacrificamos, si no te das por enterado?’ Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer negocio y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir y disputar, para dar puñetazos sin piedad. Ese no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes.  ¿Acaso es éste el ayuno que me agrada? ¿Es ésta la mortificación que yo acepto del hombre: encorvar la cabeza como un junco y acostarse sobre saco y ceniza? ¿A esto llaman ayuno y día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero de ti es éste, di...