Tú eres importante para Dios



Somos importantes para Dios y una parte integral de la historia de la salvación. Cada ser humano ejerce una influencia, cambia a las personas para el bien o el mal, construye o destruye, se sirve o crea oportunidades.


".. en tu libro están inscritos los días que me has fijado, sin que aún exista el primero." (Sal. 139, 16)

Madre Ángelica 

Tenemos una baja opinión sobre nosotros mismos — nuestro sentido de la justicia de Dios es muy severo — nuestro concepto de Su misericordia, pobre — nuestro gozo en Su amor, efímero. Reservamos nuestras expresiones de amor a Dios como un acto de gratitud después de algún favor recibido.

¿Cuán a menudo pensamos en el amor de Dios por nosotros antes que comenzara el primer día de nuestra existencia? ¡Con qué amor y cuidado Él nos dio a luz y determinó la longitud de nuestros días! Nosotros no somos por casualidad. Tenemos una misión que cumplir, un lugar que ocupar en Su Reino, un deber que realizar y un trabajo que llevar a cabo.

Somos importantes para Dios y una parte integral de la historia de la salvación. Cada ser humano ejerce una influencia, cambia a las personas para el bien o el mal, construye o destruye, se sirve o crea oportunidades. 

Podemos decir ciertamente que cada ser humano cambia el mundo para el bien o el mal y el mundo no es el mismo porque cada uno de nosotros ha vivido en él. 

No importa cuán insignificante sea nuestro papel, la humildad de nuestra posición, o lo desconocido de nuestra contribución, cada uno de nosotros deja una marca en alguna parte de este mundo.

Sin portentos Él nos elige con gran cuidado y determina nuestro curso con amor infinito. ¡Qué don es la vida! 





Palabras de Agua y Luz
Intenciones de Oración