El Señor no está lejos de sus fieles, dice el Salmo 33, pero ¿qué tan cerca está? o, ¿qué tan lejos estoy de Él?
Manuel Rodriguez Diaz
Dios está a la distancia de un vaso de agua que des a uno que tenga sed; sea amigo, enemigo o un completo extraño.
Dios está tan cerca como el esfuerzo que haga para no hablar mal de alguien; y para evitar que otro lo haga.
Dios está tan cerca como un Gracias, un Dios le pague, para responderle a quien te ayuda y te hace un favor.
Dios está tan cerca como tú quieras, mientras más consideres a todos como a hermanos, más cerca está Dios de ti.
Dios está tan cerca como diez segundos aguantando la respiración, para no responderle a alguien de mala manera, porque estás de mal humor.
Dios está a la distancia de Padrenuestro u otra oración, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Dios está tan cerca como el esfuerzo que haga para no hablar mal de alguien; y para evitar que otro lo haga.
Dios está a la distancia de una mano que le brindes a aquel que desfallece por el peso de su carga.
Dios está tan cerca como un Gracias, un Dios le pague, para responderle a quien te ayuda y te hace un favor.
Dios está a la distancia de un abrazo, una llamada, un gesto solidario para quien ha visto partir a un ser querido.
Dios está tan cerca como tú quieras, mientras más consideres a todos como a hermanos, más cerca está Dios de ti.
El Señor no está lejos de sus fieles. Está a la distancia de un Amen.
Manuel Rodriguez Diaz
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