R Grandes cosas has hecho por
nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver
del cautiverio, creíamos soñar;
entonces no cesaba de reír nuestra
boca, ni se cansaba entonces la lengua
de cantar /R
Aun los mismos paganos con
asombro decían: “¡Grandes cosas ha
hecho por ellos el Señor!” Y estábamos
alegres, pues ha hecho grandes
cosas por su pueblo el Señor /R
Como cambian los ríos la suerte
del desierto, cambia también ahora
nuestra suerte, Señor, y entre gritos
de júbilo cosecharán aquellos que
siembran con dolor /R
Al ir, iban llorando, cargando la
semilla; al regresar, cantando vendrán
con sus gavillas /R
(Sal 125)