Ir al contenido principal

Camino - San Josemaría Escrivá de Balaguer

Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. —Porque te da esto y lo otro. —Porque te han despreciado. —Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.

Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. —Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. —Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso...

Dale gracias por todo, porque todo es bueno.

No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de meterte dentro de cada Sagrario cuando divises los muros o torres de las casas del Señor. —El te espera.

No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de rezar a María Inmaculada una jaculatoria siquiera cuando pases junto a los lugares donde sabes que se ofende a Cristo.


Emplea esas santas "industrias humanas" que te aconsejé para no perder la presencia de Dios: jaculatorias, actos de Amor y desagravio, comuniones espirituales, "miradas" a la imagen de Nuestra Señora...

Si te acostumbras, siquiera una vez por semana, a buscar la unión con María para ir a Jesús, verás cómo tienes más presencia de Dios.

Ama a la Señora. Y Ella te obtendrá gracia abundante para vencer en esta lucha cotidiana. —Y no servirán de nada al maldito esas cosas perversas, que suben y suben, hirviendo dentro de ti, hasta querer anegar con su podredumbre bienoliente los grandes ideales, los mandatos sublimes que Cristo mismo ha puesto en tu corazón. —"Serviam!"

Sé de María y serás nuestro.

A Jesús siempre se va y se "vuelve" por María.

¡Cómo gusta a los hombres que les recuerden su parentesco con personajes de la literatura, de la política, de la milicia, de la Iglesia!...

—Canta ante la Virgen Inmaculada, recordándole:

Dios te salve, María, hija de Dios Padre: Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo: Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo... ¡Más que tú, sólo Dios!

Di: Madre mía —tuya, porque eres suyo por muchos títulos—, que tu amor me ate a la Cruz de tu Hijo: que no me falte la Fe, ni la valentía, ni la audacia, para cumplir la voluntad de nuestro Jesús.

Todos los pecados de tu vida parece como si se pusieran de pie. —No desconfíes. —Por el contrario, llama a tu Madre Santa María, con fe y abandono de niño. Ella traerá el sosiego a tu alma.



San Josemaría Escrivá de Balaguer

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quién es Esta que va subiendo cual aurora naciente...

Catena Legionis Antífona. ¿Quién es Esta que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna, brillante como el sol, terrible como un ejército formado en batalla? Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles, de generación en generación. Él hace proezas con brazo; dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como lo había prometido a nuestros padres - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. An...

10 citas bíblicas del libro de Job

¡Dichoso el hombre a quien corrige Dios! No desdeñes, pues, la corrección del Omnipotente. Pues Él es quien hace la herida y la venda, el que hiere y la cura con su mano. (Job 5, 17-18) Recuerda que me hiciste como se amasa el barro, y que al polvo has de devolverme. (Job 10, 9) Una esperanza guarda el árbol: si es cortado, aún puede retoñar, y no dejará de echar renuevos. (Job 14, 7)

10 citas bíblicas sobre la Vocación

No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; de modo que todo lo que pidan al Padre en mi nombre se los lo conceda. (Juan 15, 16) Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: "Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa." (Lucas 19, 5) Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: "Sígueme." (Juan 1, 43) Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. (Marcos 3, 13) Jesús se detuvo y dijo: "Llámenle." Llaman al ciego, diciéndole: "¡Animo, levántate! Te llama." (Marcos 10, 49) Y percibí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré? ¿Y quién irá de parte nuestra"? Dije: "Heme aquí: envíame." ( Isaías 6, 8)