Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos
Hermanos: Todos nosotros, aun siendo muchos,
formamos un solo cuerpo unidos a Cristo, y todos y cada uno somos
miembros los unos de los otros. Pero tenemos dones diferentes, según la
gracia concedida a cada uno. El que tenga el don de profecía, que lo
ejerza de acuerdo con la fe; el que tenga el don de servicio, que se
dedique a servir; el que enseña, que se consagre a enseñar; el que
exhorta, que se entregue a exhortar. El que da, hágalo con sencillez; el
que preside, presida con solicitud; el que atiende a los necesitados,
hágalo con alegría. Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el
mal y practiquen el bien; ámense cordialmente los unos a los otros, como
buenos hermanos; que cada uno estime a los otros más que a sí mismo. En
el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un
espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga
alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes en la
oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la
hospitalidad.
Bendigan a los que los persiguen;
bendíganlos, no los maldigan. Alégrense con los que se alegran, lloren
con los que lloran. Que reine la concordi aentre ustedes. No sean, pues,
altivos; más bien pónganse al nivel de los humildes.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor