LA ORACIÓN
(Amado Nervo)
No será lo que quieres -murmura el desaliento-,
tu plegaria es inútil; no verá tu pupila
el dulce bien que sueñas... ¡Imposible es tu intento!
Yo escucho estas palabras como el rumor del viento
y sigo en mi oración obstinada y tranquila.