En aquel tiempo Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: “El
Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su
campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del
dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las
plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.
Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: ‘Señor, ¿qué no
sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta
cizaña?’ El amo les respondió: ‘De seguro lo hizo un enemigo mío’. Ellos
le dijeron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’ Pero él les contestó:
‘No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen
que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la
cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en
gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero’”.
Catena Legionis Antífona. ¿Quién es Esta que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna, brillante como el sol, terrible como un ejército formado en batalla? Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles, de generación en generación. Él hace proezas con brazo; dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como lo había prometido a nuestros padres - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. An...

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