Oración de San Francisco ante el Cristo de San Damián


Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.




El Cristo de San Damián es una cruz del medioevo creada en torno al año 1190 para la Iglesita dedicada a San Damián. La imagen muestra un Cristo resucitado, vivo, están presentes la mano de Dios Padre y el Espíritu Santo, la imagen de Santa María y San Juan Evangelista a los lados.



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