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No te rindas nunca, las poderosas palabras del Papa León I (San León Magno)

No te rindas nunca, ni cuando la fatiga se haga sentir, tampoco cuando tu pies tropiecen, ni cuando tus ojos se quemen, tampoco cuando tus esfuerzos sean ignorados, ni cuando la desilusión te humille, ni cuando el error te desanime, tampoco cuando la traición te hiera, ni cuando el éxito te abandone, tampoco cuando la ingratitud te desaliente ni cuando la incomprensión te rodee, tampoco cuando el aburrimiento te derribe, ni cuando el peso del pecado te aplaste. Invoca a Dios, aprieta los puños, sonríe ¡y recomienza! Papa León I (San León Magno) Compartir

Al atardecer de la vida

AL ATARDECER DE LA VIDA (Cesáreo Gabaráin) Al atardecer de la vida me examinarán del amor. Al atardecer de la vida me examinarán del amor. . Si ofrecí mi pan al hambriento, si al sediento di de beber, si mis manos fueron sus manos, si en mi hogar le quise acoger. . Al atardecer de la vida me examinarán del amor. Al atardecer de la vida me examinarán del amor. . Si ayudé a los necesitados, si en el pobre he visto al Señor, si los tristes y los enfermos me encontraron en su dolor. . Al atardecer de la vida me examinarán del amor. Al atardecer de la vida me examinarán del amor. . Aunque hablara miles de lenguas, si no tengo amor nada soy. Aunque realizara milagros, si no tengo amor nada soy. . Al atardecer de la vida me examinarán del amor. Al atardecer de la vida me examinarán del amor.

Salmo 55 Oración ante la traición

Un amor que se entrega - Manuel Rodríguez Díaz. Canto de Ofertorio.

Salmo 1 Señor protege el camino de los justos

  Salmo 1   Dichoso el hombre  que no sigue el consejo de los impíos,  ni entra por la senda de los pecadores,  ni se sienta en la reunión de los cínicos;  sino que su gozo es la ley del Señor,  y medita su ley día y noche.  Será como un árbol  plantado al borde de la acequia:  da fruto en su sazón  y no se marchitan sus hojas;  y cuanto emprende tiene buen fin.  No así los impíos, no así;  serán paja que arrebata el viento.  En el juicio los impíos no se levantarán,  ni los pecadores en la asamblea de los justos;  porque el Señor protege el camino de los justos,  pero el camino de los impíos acaba mal.

San Agustín, Doctor de la Iglesia

Una de las autobiografías más famosas del mundo, las  Confesiones de San Agustín , comienza de esta manera: “Grande eres Tu, Oh Señor, digno de alabanza … Tu nos has creado para Ti, Oh Señor, y nuestros corazones estarán errantes hasta que descansen en Ti” (Confesiones, Capítulo 1). Durante mil años, antes de la publicación de la Imitación de Cristo, Confesiones fue el manual más común de la vida espiritual. Dicho libro ha tenido más lectores que cualquiera de las otras obras de San Agustín. El mismo escribió sus Confesiones diez años después de su conversión, y luego de ser sacerdote durante ocho años. En el libro, San Agustín se confiesa con Dios, narrando el escrito dirigido al Señor. San Agustín le admite a Dios: “Tarde te amé, Oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé” (Confesiones, Capítulo 10). Muchos aprenden a través de su autobiografía a acercar sus corazones al corazón de Dios, el único lugar en donde encontrar la verdadera felicidad … ¿Quién fue e...

La muerte no es el final (Cover) - Manuel Rodríguez Díaz