Joseph Ratzinger En Navidad nos deseamos de corazón que este tiempo festivo, en medio de todo el ajetreo actual, nos otorgue un poco de reflexión y alegría, contacto con la bondad de nuestro Dios y, de ese modo, ánimos renovados para seguir adelante. Al empezar esta pequeña reflexión sobre lo que esta fiesta puede decirnos hoy, tal vez resulte útil una breve mirada al origen de la celebración de la Navidad. El año litúrgico de la Iglesia se ha desarrollado ante todo, no desde la consideración del nacimiento de Cristo, sino desde la fe en su resurrección. Por tanto, la fiesta originaria de la cristiandad no es la Navidad, sino la Pascua. Pues, de hecho, sólo la resurrección ha fundamentado la fe cristiana y ha hecho existir a la Iglesia. Por eso, ya Ignacio de Antioquia (muerto como muy tarde el 117 d.C.) llama a los cristianos aquellos que "ya no guardan el sábado, sino que viven según el día del Señor": ser cristiano significa vivir pascualmente, desde la resurrecció...