Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse. Nunca suprimas el bien para impedir un mal. Las buenas obras es mejor hacerlas cuanto antes. Las obras no son de caridad cuando se hacen por interés. Es necesario ser tolerante, porque manchas no le faltan ni al sol.
"Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva." Juan 4,10