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Mostrando entradas de enero, 2019

La luz encendida

    Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 21-25 En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga". Siguió hablándoles y les dijo: "Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará".

La esperanza de tener esperanza

  «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» (Juan 20, 13) Ella llora el no saber dónde está el Señor , a dónde lo han llevado, quién se lo ha quitado. Se trata entonces de un dolor que puede identificar, que tiene una razón evidente, un porqué. Más allá del pesar persiste una certeza: si lo busca habrá de hallarlo nuevamente. Pero existe un dolor que tal vez sea más grande; un dolor sin esperanza, un dolor que es un vacío que no se sabe cómo llenar. Un dolor inmenso cuyo origen no se puede identificar con los sentidos; es el abandono de los que viven como anestesiados por los poderes efímeros del mundo. Hoy son millones y millones los que han perdido el camino y no lo saben, les han quitado la oportunidad de escuchar una voz, una palabra, que les haga saber que no son veletas al viento, que son hijos de un padre que los ama, que tienen a quien recurrir. El Señor que da la vida por ellos. Buscan al Señor ...