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¿Eres la oveja número 100? Esto es para ti

Dios te ama Te ama Fin (Ahora duerme, o despierta, según sea el horario en tu país) — Manuel Rodriguez Diaz (@Aguaviva_OA) August 27, 2019 Deja que Dios sea Dios. Fin (Ahora duerme, o despierta, según sea el horario en tu país) — Manuel Rodriguez Diaz (@Aguaviva_OA) October 27, 2019 Da gracias por lo aprendido. Un día a la vez. Fin (Ahora duerme, o despierta, según sea el horario en tu país) — Manuel Rodriguez Diaz (@Aguaviva_OA) December 28, 2019 Abrir el corazón. Pedirle al Señor: Aumenta mi fe y decirle: Aquí estoy. Fin (Ahora duerme, o despierta, según sea el horario en tu país) — Manuel Rodriguez Diaz (@Aguaviva_OA) October 9, 2019 Abrir el corazón. Pedirle al Señor: Aumenta mi fe y decirle: Aquí estoy. Fin (Ahora duerme, o despierta, según sea el horario en tu país) — Manuel Rodriguez Diaz (@Aguaviva_OA) October 9, 2019 Comienzas de nuevo. Descansar en Dios es el secreto para recobrar fuerzas Fin (Ahora duerme o despierta, según sea e...

Para ti deseo lo mejor de lo mejor - Feliz año 2020 -

Desde que iniciamos en 2011 con el blog Palabras de Agua y Luz, luego el grupo en Facebook, Twitter, Youtube, etcétera; más que promovernos o presentarnos como ejemplos a seguir (que ni de lejos lo soy) no hemos tenido otro fin sino el de anunciar a Jesús, a Jesús vivo, a Jesús presente, a Jesús que nos entrega el infinito amor del padre Dios por ti y por mí. Mantener actualizadas las publicaciones no es sencillo; hoy más que nunca damos gracias a Dios por permitirnos seguir adelante y por todos y cada uno de ustedes que nos leen. Un gran abrazo. Feliz año. Lo mejor de lo mejor en 2020 Dios te bendiga Manuel Rodriguez Diaz Compartir

Una mujer, María de Nazaret

Amó a Dios como sólo una madre puede amar. María es la única mujer a quien Dios puede llamar madre y Jesús es el único Dios a quien una mujer puede llamar Hijo Nacer es tener una madre. Así ha sido y es para todo hombre; así ha sido para el mismo Dios, que se hizo hombre en el seno de una Virgen. Por eso, el título mariano de "Madre de Dios" es una de las verdades más consoladoras y más ennoblecedoras de la humanidad. El cristianismo no teme en afirmar que Dios se ha acunado en los brazos de una mujer. Una mujer, María de Nazaret, que es madre en su cuerpo y sobre todo madre en su corazón, como bellamente nos enseña san Agustín. 1. Al ritmo de la vida de Cristo. Entre la vida de Jesús y la de María hay una estupenda sincronía y un paralelismo magnífico de misterio y de donación. Junto a la Encarnación del Verbo está la Inmaculada Concepción; con el nacimiento de Jesús se relaciona inseparablemente la maternidad de María; a los pies de la cruz del Redentor ...

La Cruz. La elocuencia de un símbolo

Cruz latina: representa la crucifixión de Jesús, es el símbolo más utilizado por las diferentes denominaciones cristianas y, junto con la griega, es la forma arquitectónica más utilizada en la construcción del plano de una iglesia. No nos damos mucha cuenta, porque ya estamos acostumbrados a ver la Cruz en la iglesia o en nuestras casas. Pero la Cruz es una verdadera cátedra, desde la que Cristo nos predica siempre la gran lección del cristianismo. La Cruz resume toda la teología sobre Dios, sobre el misterio de la salvación en Cristo, sobre la vida cristiana. La Cruz es todo un discurso : nos presenta a un Dios trascendente pero cercano; un Dios que ha querido vencer el mal con su propio dolor; un Cristo que es Juez y Señor, pero a la vez Siervo, que ha querido llegar a la total entrega de sí mismo, como imagen plástica del amor y de la condescendencia de Dios; un Cristo que en su Pascua—muerte y resurreccion—ha dado al mundo la reconciliación y la Nueva Alianza entre...

Buscar a Dios es estar dispuesto a dejarte encontrar

Cada uno de nosotros podría decir: "He oído su voz y me he decidido a buscarle". Nuestra vida es un camino de oración y servicio, de trabajo y entrega, de tensión y distensión, de lucha y descanso. Pero detrás de todo ello, como alma que da vida a todo, está el deseo de buscar y encontrar a Dios, de vivir a Dios, de vivir para Él, de Él y con Él. Por ello quiero proponerte una serie de pequeños pensamientos para orar serenamente a los pies de Jesús: Buscar a Dios consiste en dejarse amar por Él, permitir que Él posea tu vida, que Él sea el dueño de tu historia. Buscar a Dios consiste en penetrar plenamente y sin miedo en su misterio y dejar que Él penetre todo nuestro ser sin ponerle, por nuestra parte, ninguna clase de condición. Quien busca a Dios de verdad comienza por olvidarse de sí mismo. Vive dejándose llevar por Dios, en una actitud de disponibilidad total y de servicio a los hermanos. El que desea encontrar a Dios lo busca por el camino del si...

Es bueno recordar la voz del Señor

Dice el Profeta Oseas: "La llevaré al desierto, le hablaré al corazón... recordaremos nuestro amor primero". Es bueno recordar la "voz" del Señor que nos movió a iniciar este camino. Era una llamada invitándome a tener una historia especial con Él. A buscarlo, consagrando todo mi ser al Señor, al Evangelio y al Reino. Era la invitación a seguir de cerca de Jesús, de una forma radical; era la invitación a vivir el evangelio hasta las últimas consecuencias. Y por esto me pregunto: "¿porqué, Señor, por qué me llamaste a mí, precisamente a mí? ¿Qué viste en mí, Señor, que te movió a llamarme, a escogerme? ¿Qué plan de amor pensaste para mi vida? Y hoy, ¿te hace feliz mi respuesta?". Son preguntas necesarias para revivir el don de Dios que es la vocación. Nuestra oración consistirá fundamentalmente en dialogar con el Señor sobre la llamada para recordar "nuestro amor primero". La historia de cada una de nuestras vida...

El Espíritu Santo lo llena todo

Él es fuente de santidad, luz para la inteligencia; él da a todo ser racional como una luz para entender la verdad.  ¿Quién, habiendo oído los nombres que se dan al Espíritu, no siente levantado su ánimo y no eleva su pensamiento hacia la naturaleza divina? Ya que es llamado Espíritu de Dios y Espíritu de verdad que procede del Padre; Espíritu firme, Espíritu generoso, Espíritu Santo son sus apelativos propios y peculiares. Hacia él dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación; hacia él tiende el deseo de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo es para ellos a manera de riego que los ayuda en la consecución de su fin propio y natural. Él es fuente de santidad, luz para la inteligencia; él da a todo ser racional como una luz para entender la verdad. Aunque inaccesible por naturaleza, se deja comprender por su bondad; con su acción lo llena todo, pero se comunica solamente a los que encuentra dignos, no ciertamente de manera id...