Para muchas personas, “liturgia” suena a algo “suave”, algo vagamente dulce y adormilado. Términos litúrgicos como “misterio pascual” y “ signos sacramentales ” suenan de algún modo remotos y alejados de la vida real, como un cuento de hadas. A muchos les desagrada el tema de la liturgia porque se siente “suave” comparado con los credos y los mandamientos, las otras dos partes de la fe católica. Otros experimentan exactamente la misma sensación de “suavidad”, pero les gusta. Piensan que es más “creativa”, y les gusta “celebrar la comunidad”, o sea, a ellos mismos. Les desagradan los credos y mandamientos “duros”, pero les gusta la liturgia “suave”. Ambas visiones son erróneas.
"Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva." Juan 4,10