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Padre nuestro... (Mt 6,7-15)

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:  Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas”. 

Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma 2012

«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» ( Hb 10, 24) Queridos hermanos y hermanas La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual. Este año deseo proponer algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos : «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (10,24). Esta frase forma parte de una perícopa en la que el escritor sagrado exhorta a confiar en Jesucristo como sumo sacerdote, que nos obtuvo el perdón y el acceso a Dios. El fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres ...

Alfareros - Que tu gracia

El ayuno que yo quiero de ti es éste... (Isaías: 58, 1-9)

Lectura del libro del profeta Isaías: 58, 1-9 Esto dice el Señor: "Clama a voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz como trompeta. Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera un pueblo que se comportara rectamente y respetara los juicios de Dios. Me piden sentencias justas y anhelan tener cerca a Dios. Me dicen todos los días: ´¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué nos mortificamos, si no te das por enterado?´. Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer negocio y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir y disputar, para dar puñetazos sin piedad. Ése no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes. ¿Acaso es éste el ayuno que me agrada? ¿Es ésta la mortificación que yo acepto del hombre: encorvar la cabeza como un junco y acostarse sobre saco y ceniza? ¿A esto llaman ayuno y día agradable al Señor? El a...

Proverbios 17

1 Mejor es un mendrugo de pan a secas, pero con tranquilidad, que casa llena de sacrificios de discordia. 2 El siervo prudente prevalece sobre el hijo sin honra; tendrá, con los hermanos, parte en la herencia. 3 Crisol para la plata, horno para el oro; los corazones, Yahveh mismo los prueba. 4 El malo está atento a los labios inicuos, el mentiroso presta oído a la lengua perversa. 5 Quien se burla de un pobre, ultraja a su Hacedor, quien se ríe de la desgracia no quedará impune. 6 Corona de los ancianos son los hijos de los hijos; los padres son el honor de los hijos. 7 Al necio no le sienta un lenguaje pulido, y aún menos al noble un hablar engañoso. 8 El obsequio es un talismán, para el que puede hacerlo; dondequiera que vaya, tiene éxito. 9 El que cubre un delito, se gana una amistad el que propala cosas, divide a los amigos. 10 Más afecta un reproche a un hombre inteligente que cien golpes a un necio. 11 El malvado sólo busca rebeliones, pero le será enviado un cruel men...

Juan 15, 1-11

1 "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. 2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. 3 Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. 4 Permaneced en mí, como yo en vosotros.Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid; vosotros los sarmientos.El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. 6 Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. 8 La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos. 9 Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. 10 Si guardáis mis mandamientos, permanecer...

Oración de protección a María Reina de los Cielos

Augusta Reina de los Cielos soberana Señora de los Angeles. Tu que desde los comienzos recibiste de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, te suplicamos humildemente: envíanos tus legiones celestiales para que bajo tus órdenes y poder ellas persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y les recluyan en los abismos. Amén