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Ester 3-5

Ester 3 1 Después de esto, el rey Asuero elevó al poder a Amán, hijo de Hamdatá, del país de Agag; le encumbró y colocó su asiento por encima de todos los dignatarios que estaban con él; 2 todos los servidores del rey, adscritos a la Puerta Real, doblaban la rodilla y se postraban ante Amán, porque así lo había ordenado el rey; pero Mardoqueo ni doblaba la rodilla ni se postraba. 3 Los servidores del rey, adscritos a la Puerta Real, dijeron a Mardoqueo: "¿Por qué traspasas la orden del rey?" 4 Y como se lo repitieran día tras día y él no les hiciera caso, se lo comunicaron a Amán, para ver si Mardoqueo persistía en su palabra, pues les había manifestado que él era judío. 5 Vio Amán que Mardoqueo no doblaba la rodilla ni se postraba ente él, y se llenó de ira. 6 Y cuando le notificaron a qué pueblo pertenecía Mardoqueo, no contentándose con poner la mano sobre él solo, intentó exterminar, junto con él, a todos los judíos de todo el reino de Asuero. 7 El año doce del rey...

Ester 1.2

Ester 1 1 En tiempo del rey Asuero, el que reinó desde la India hasta Etiopía sobre 127 provincias, 2 en aquellos días, estando el rey sentado en el trono real, en la ciudadela de Susa, 3 en el año tercero de su reinado, ofreció un banquete en su presencia a todos sus servidores: a jefes del ejército de los persas y los medos, a los nobles y a los gobernadores de las provincias. 4 Les hizo ver la riqueza y la gloria de su reino y del magnífico esplendor de su grandeza durante muchos días, durante 180 días. 5 Cumplido aquel plazo, ofreció el rey a todos los que se hallaban en la ciudadela de Susa, desde el mayor al más pequeño, un banquete de siete días en el patio del jardín del palacio real. 6 Había colgaduras de lino fino, de lana y de púrpura violeta, fijadas, por medio de cordones de lino y púrpura, en anillas de plata sujetas a columnas de mármol blanco; lechos de oro y plata sobre un pavimento de pórfido, mármol, nácar y mosaicos. 7 Se bebía en copas de oro de formas diver...

Salmo 16

1 Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio. 2 Yo digo a Yahveh: "Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti"; 3 ellos, en cambio, a los santos que hay en la tierra: "¡Magníficos, todo mi gozo en ellos!". 4 Sus ídolos abundan, tras ellos van corriendo.Mas yo jamás derramaré sus libámenes de sangre, jamás tomaré sus nombres en mis labios. 5 Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras; 6 la cuerda me asigna un recinto de delicias, mi heredad es preciosa para mí. 7 Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye; 8 pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo. 9 Por eso se me alegra el corazón, mis entrañas retozan, y hasta mi carne en seguro descansa; 10 pues no has de abandonar mi alma al seol, ni dejarás a tu amigo ver la fosa. 11 Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.

Alfareros - Mira lo que hizo

Efesios 4

1 Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, 2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor, 3 poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. 4 Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados. 5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. 7 A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo. 8 Por eso dice: = Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los hombres. = 9 ¿Qué quiere decir "subió" sino que también bajó a las regiones inferiores de la tierra? 10 Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo. 11 El mismo "dio" a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y ...

¡Dios te salve, María!

Jesús, viendo a su Madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a la Madre: mujer, he ahí a tu hijo (Jn 19, 26). Así, de un modo nuevo, ha legado su propia Madre al hombre: al hombre, a quien ha transmitido el Evangelio. La ha legado a todo hombre. La ha legado a la Iglesia en el día de su nacimiento histórico, el día de Pentecostés. Desde aquel día toda la Iglesia la tiene como Madre. Y todos los hombres la tienen como Madre. Entienden como dirigidas a cada uno las palabras pronunciadas desde la Cruz. Madre de todos los hombres. La maternidad espiritual no conoce límites. Se extiende en el tiempo y en el espacio. ¡Alcanza tantos corazones humanos! Alcanza a las naciones enteras Juan Pablo II Aud. gen. 10-1-1979 AVEMARÍA ¡Dios te salve, María! Te saludamos con el Angel: Llena de gracia. El Señor está contigo. Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas! Te saludamos con...

Judit 15.16

Judit 15 1 Al oírlo los del campamento, quedaron estupefactos; 2 fueron presa de terror pánico y nadie ya fue capaz de mantenerse al lado de sus compañeros: huyeron todos a la desbandada, por todos los caminos, por la llanura y la montaña. 3 También los que estaban acampados en la altura, sitiando a Betulia, se dieron a la fuga; entonces, todos los hombres de guerra de Israel cayeron sobre ellos. 4 Ozías mandó aviso a Betomestáin, a Bebé, Jobá y Kolá, y a toda la montaña de Israel, dando noticia de cuanto había pasado, para que todos se arrojaran sobre los enemigos y los exterminaran. 5 Cuando los israelitas lo supieron, todos, como un solo hombre, se lanzaron sobre los asirios y los batieron hasta Jobá. También acudieron los de Jerusalén y los de la montaña, porque también a ellos se les dio noticia de lo sucedido en el campo enemigo; de igual modo, los de Galaad y Galilea, atacándoles de flanco, les hicieron enorme estrago hasta que pudieron refugiarse en Damasco y su región. ...