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Si quieres puedes limpiarme

El fuego de la conversión

La virtud de la humildad

Estaba la Madre dolorosa llorando junto a la cruz

Hay tres habitaciones en el Templo de nuestra alma

Muéstrame a tu Dios

Unidos a Cristo nunca estamos solos.

De la impaciencia y las prisas, sálvame, Señor

Los Carismas y los Dones del Esipíritu Santo

Convertirse no es transformarse en quien no eres, sino dejar que emerja lo mejor de ti

Carta a Diogneto

La limosna, la oración y el ayuno

Carta de San Francisco de Asís a las autoridades de los pueblos

Palabras de Agua y Luz
Intenciones de Oración